La podología es considerada una de las más antiguas prácticas del mundo,
desde el momento en el que el ser humano se irguió en dos pies, comenzaron los
cuidados para nuestros pies. La esencia básica de esta profesión se basa en
cuidar, mantener el bienestar y la salud del individuo.
Dentro del gabinete podológico, el abordaje integral de la salud del pie, al
igual que las demás ramas de la salud, se basa en el respeto, la dignidad, mejorar la
calidad de vida y desarrollar una profunda ética en todo momento. La Podología como
ciencia, es un conjunto de conocimientos fundamentados en la investigación
científica y también, el análisis lógico de cada situación.
Al estar platicando en algunos congresos, me sonrío cuando comienzan
los comentarios acerca de TERAPIAR AL PACIENTE. El podólogo no solo alivia
los pies, sino que se convierte en un gran escucha para cada uno de nuestros
pacientes, que al pasar de los años, se vuelven grandes amigos. Los pacientes
sienten la confianza para contarnos lo que hay en su corazón sin temor a ser
juzgados o tachados. Nos cuentan cosas muy triviales como el clima, los deportes,
las noticias; pero lo impresionante es que también nos cuentan cosas tan intimas
familiares, algunas cosas que hicieron en sus vidas que los avergüenzan, y en
ocasiones, hasta nos abren su corazón para decirnos que es lo que en realidad les
ha herido. Cuantos de nosotros no hemos visto las lagrimas brotar de sus ojos al
contarnos alguna anécdota. Esto es un verdadero privilegio del que nos debemos
enorgullecer, no a toda la gente pueden abrir su corazón, solo algunos contamos
lo que en realidad nos ha avergonzado o algún fracaso.
Esta confianza es sumamente respetada por todos los profesionales
en los pies, no podemos comentar los problemas de nuestros pacientes con
nadie más, sólo nos dedicamos a través de nuestras manos, a darle alivio a sus pies y
a su alma. El sólo escucharlos sin emitir ningún comentario, pero atentos a lo que
el paciente dice, es suficiente para que su alma descanse. Valoremos ese gran tesoro
que tenemos, todos los pacientes son seres humanos y si comparten sus sentimientos,
es un verdadero tesoro. No emitas juicios, no des consejos, solo escucha, el paciente
al momento de escucharse encontrará la respuesta que necesita.
La confianza es como estar embarazada, o tienes toda la confianza o
no tienes nada. Sé una persona confiable, sé un ser humano que se distinga por
su honestidad y buena voluntad. Deja aparte toda la crítica destructiva, cierra tus
oídos a cualquier murmuración que sea para perjudicar a alguien o algo. Si vas a
hablar, que sean palabras que sumen, que alimenten… que nutran a tu alrededor
Dentro del gremio podológico nacional, sé un profesional ético y con la
capacitación continua para que hagas un trabajo maravilloso. La capacitación
continua no se basa solo en ir a los congresos y tener muchos diplomas, la
verdadera capacitación es comprometer tu intelecto y aprender una técnica nueva,
juntarse con colegas a quienes admires y humildemente pedirles que te enseñen
alguna técnica para que la practiques con ellos por un tiempo; hacer investigación
y documentarla, entre otras muchas formas, y así mantenerse siempre en la
capacitación.
La podología es una profesión que esta en continuo movimiento, no te
quedes estático, muévete para que estés caminando a la par de los
mejores podólogos y escuchas de México.